El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, volvió a marcar distancia con el gobierno nacional y dejó en claro que el diálogo está condicionado al reconocimiento de las deudas que mantiene con la provincia y al cumplimiento de los compromisos asumidos en materia de obras públicas.
El mandatario advirtió que no es posible avanzar en conversaciones formales mientras Santa Fe no tenga certezas. “Hasta que Nación no reconozca la deuda que tiene con Santa Fe es muy difícil que nos podamos sentar a dialogar”, sostuvo.
Uno de los principales reclamos apunta a la deuda histórica de Nación con la Caja de Jubilaciones de Santa Fe, vinculada a los fondos que debería transferir el ANSES. Pullaro precisó que el monto adeudado supera el billón de pesos, una cifra equivalente “a casi todo el presupuesto anual destinado a la obra pública provincial”.
“Las obras comprometidas avanzaron muy poco y hace muy poco tiempo”, señaló, y puso el foco en el estado de las rutas nacionales que atraviesan Santa Fe. “No nos repararon las rutas ni nos transfirieron los trazos para que podamos arreglarlas nosotros”, indicó.
Pullaro remarcó que su postura no responde a una lógica de confrontación, sino a la defensa de los intereses santafesinos. “No es una actitud de fuerza ni de confrontación personal. Es defender lo que le corresponde a Santa Fe”, insistió.