Pablo Seghezzo, administrador general del organismo provincial, detalló como avanza la colocación de los pilotes en el Nuevo Puente Santa Fe-Santo Tomé.
“En total van a ser 136 pilotes y, para fines de septiembre, vamos a tener más de la mitad construidos. En cada cabecera que conecta con las ciudades habrá cinco pilotes, y el resto se distribuye en 42 filas de tres pilotes cada una”, explicó Seghezzo. “Los primeros se están colocando desde el vado hacia la ciudad de Santa Fe, por una cuestión de previsión ante eventuales crecidas del río Salado”.
La colocación de los pilotes es un proceso técnico de alta precisión, que se divide en tres etapas fundamentales. Según explicó Seghezzo, la construcción de cada uno de estos elementos estructurales comienza con la excavación profunda que puede alcanzar hasta 32 metros de profundidad, asistida por lodo bentonítico que estabiliza las paredes del pozo e impide derrumbes.
Una vez finalizado el pozo, se introduce la armadura metálica en tres segmentos, que se conectan entre sí dentro de la perforación. También se colocan tuberías específicas para la inyección del hormigón y para realizar ensayos técnicos que garanticen la calidad estructural del pilote.
La tercera y última etapa es el hormigonado propiamente dicho, que se realiza mediante el sistema Tremie. Este método permite verter el hormigón desde el fondo hacia la superficie, desplazando el lodo bentonítico que es recuperado y reutilizado parcialmente. El proceso finaliza cuando en la parte superior del pozo comienza a emerger hormigón limpio, sin residuos ni barro, señal de que el pilote ha sido correctamente construido.
En los próximos 90 días, se proyecta la construcción de al menos 70 pilotes, además de 35 columnas de hormigón que los vinculan con los cabezales y unas 20 vigas que formarán parte del futuro tablero del puente.