“Histórico”. Así será, según el entorno presidencial, el discurso de más de media hora que Javier Milei prevé brindar esta noche -un horario atípico- en su primera inauguración de sesiones ordinarias del Parlamento, un mojón más de su estrategia de confrontación con el sistema político, en medio de un enrarecido humor social, con la oposición en estado de alerta y tras una semana de tensiones aún no saldadas con los bloques aliados.
“Los voy a sorprender”, les anticipó un Milei bien predispuesto a los diputados de la bancada libertaria en la mañana del miércoles, en la reunión de una hora y media que mantuvo con casi todos los legisladores liderados por Oscar Zago en la que se repasaron las encuestas que se consumen a diario por los estrategas del oficialismo, se analizó la marcha de la gestión y se intercambiaron opiniones sobre el año parlamentario, una charla que estuvo monopolizada por el jefe de Estado.
Según trascendió en las últimas horas, el presidente realizará esta noche un repaso de la herencia recibida: podría dedicar, en ese sentido, unos cuantos minutos a desmenuzar algunos de los resultados de la auditoría encargada a la SIGEN sobre el estado del Estado -el macrismo había ordenado una investigación similar durante el gobierno de Cambiemos-, y que todavía terminaban esta semana de corroborarse. Puertas adentro confiaron que, de confirmarse, algunas conclusiones podrían llegar a tener derivaciones de altísimo voltaje. El clima en las filas kirchneristas era este jueves de preocupación general. También en la bancada Hacemos Coalición Federal, presidida por Miguel Ángel Pichetto, que está intranquilo por el rumbo de la gestión.
En ese contexto, en el Congreso se acumulaban este jueves una serie de interrogantes y una notoria expectativa por el contenido del monólogo presidencial y las posibles repercusiones en la relación entre el gobierno y el Congreso, al que Milei ya calificó como “nido de ratas” tras el fallido tratamiento de la Ley Ómnibus.
Hasta ayer no existían indicios para conjeturar en relación a un posible cambio de estrategia presidencial, enfocada hasta ahora en una permanente confrontación con el sistema político. Sin embargo, en la cumbre con el bloque oficialista, Milei pidió “cuidar” a la bancada aliada, es decir, al PRO, tras los chispazos por la crisis patagónica por el recorte de los $13.500 millones que Torres judicializó.
El presidente está convencido de que, en sus primeros dos meses y medio de gestión, esa política de gobierno y comunicación, basada en la disputa constante y la toma de decisiones unilateral, sin consensos, le dio el suficiente rédito para insistir con esa hoja de ruta: se siente respaldado por un sector de la sociedad que, según la Casa Rosada, todavía tiene capacidad de resistencia frente al ajuste, a pesar de que lo peor de la crisis recién está por empezar. En su entorno reconocen de todos modos que el programa está atado a que la inflación se modere en el mediano plazo. Los próximos meses serán claves en ese sentido. El discurso de esta noche también.
Con información de Infobae