Durante el mediodía argentino, la esperada fumata blanca marcó el fin del cónclave y el inicio de un nuevo pontificado. Tras una hora de espera, desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, el cardenal protodiácono pronunció las palabras que el mundo esperaba: Habemus Papam. El elegido fue Robert Francis Prevost, quien eligió llamarse León XIV.
Prevost, de 69 años, nació en Chicago pero construyó buena parte de su vocación en América Latina. Fue misionero en Perú, donde se desempeñó durante años en la diócesis de Chiclayo.
León XIV es el primer Papa nacido en Estados Unidos, pero con alma latinoamericana.