Otra condena para “Quique” Leiva, uno de los líderes de la barra de Colón

Uno de los líderes de la barra de Colón, Juan Abel “Quique” Leiva, se le impusieron cinco años de prisión por liderar la barra “Los de Siempre”, junto a su hermano “Nano” Leiva. La sentencia fue dictada por el juez Pablo Ruiz Steiger a través de un juicio de procedimiento abreviado realizado este jueves al mediodía en la sala 2 de los tribunales de Santa Fe.

Se le impusieron cinco años de prisión y se lo declaró reincidente, pero la pena se unificó en 32 años de prisión a raíz de otra condena anterior que ya pesaba sobre él por la autoría de un homicidio.

Los fiscales que investigaron los ilícitos cometidos por Leiva son María Laura Urquiza y Federico Grimberg, ambos de la Unidad Fiscal Especial de Delitos Complejos de la Fiscalía Regional 1.

Urquiza precisó que “la condena a ‘Quique’ Leiva fue por haber liderado una asociación ilícita que, entre agosto de 2019 y septiembre de 2022, cometió delitos en torno a la vida deportiva e institucional del Club Atlético Colón”.

“Junto con su hermano, se encargaban de negociar con la Comisión Directiva, por intermedio del entonces Vocal, Lucas Alejandro Paniagua, quien reportaba en forma permanente al Vicepresidente Tercero, Horacio Darrás“, explicó Urquiza. En tal sentido, la funcionaria del MPA recordó que “los dos exdirigentes fueron condenados en 2022 por haber facilitado la formación del grupo criminal”.

“Durante por lo menos tres años, la facción Los de Siempre recibió por parte de Darrás y Paniagua indumentaria deportiva oficial del club para su reventa; carnet de socios y entradas para que los miembros de la asociación ilícita asistan a partidos de fútbol, así como entradas para revender”, detalló la fiscal. “De esa manera, el grupo criminal obtuvo medios económicos con los que financió otras actividades delictivas”, planteó Urquiza.

Por otro lado, Urquiza puntualizó que “los dos hermanos Leiva eran quienes, a cambio de dinero, autorizaban la instalación de puntos de venta de alimentos y bebidas, así como el servicio informal de cuidado de vehículos estacionados en la vía pública”. Según subrayó, “por orden de los dos hombres, otros integrantes de Los de Siempre recorrían las inmediaciones del club antes y después de cada partido para cobrarles a puesteros y cuidacoches”.

Por último, Urquiza sostuvo que “la asociación ilícita que dirigían los hermanos Leiva también utilizaba la violencia, amenazas e intimidaciones para obtener financiamiento y el control del territorio para el sostenimiento y funcionamiento de la organización criminal”.

 

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