A casi dos meses desde que se colocaron los primeros pilotes para la construcción del nuevo puente Santa Fe – Santo Tomé, el Ministerio de Obras Públicas dio a conocer cómo marcha la obra.
En agosto de 2025, se destacan avances importantes: ya se completaron 32 pilotes y se han levantado las primeras tres columnas que sostendrán esta nueva estructura de hormigón.
El Ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico, informó que la obra ya se encuentra en un 5% de avance. En ese sentido, aclaró que esta primera etapa transcurre con cierta lentitud debido a que “hubo que pasar por muchos estudios de suelo, organización del trabajo, administración de recursos”, pero a medida que se vayan sincronizando las distintas secciones que contribuyen a la construcción del puente, el porcentaje de ejecución de la obra “irá tomando celeridad”.
Las primeras columnas están en proceso de ejecución. Estas columnas, que varían entre 3.5 y 4 metros de altura y tienen un diámetro de hasta 1.2 metros, se construyen en un proceso que combina precisión técnica y rapidez. Para cada columna, se coloca una armadura sobre el terreno, seguida de un molde metálico que se alinea y se prepara para el hormigonado, proceso que se realiza con un embudo para garantizar la calidad del concreto.
José Seghezzo, Administrador de Vialidad Provincial, detalló el proceso de construcción: “Una vez finalizado el pilote, la columna se empieza a formar con armaduras y un proceso de hormigonado que garantiza la solidez de cada estructura”.
Para la obra del nuevo Puente Carretero, se necesitan fabricar 215 vías pretensadas. 30 se comenzaron a fabricar en la provincia de San Luis y las 185 restantes se van a producir en San Agustín – Santa Fe. Las dimensiones de esas vías son 1,5 metros de altura, 0,70 metros de ancho, 30,8 metros de largo. Con un peso aproximado de 80 toneladas cada una.
Al respecto, el ingeniero Jefe Federico Ávalos, explicó el proceso constructivo: “Las vigas se arman sobre pistas de 130 metros de longitud que nos permiten fabricar 4 en serie. Primero se coloca la armadura pasiva, después se colocan los 42 cables de pretensado que lleva cada viga y se procede al tesado de cada uno de ellos en forma individual. Este proceso dura un día”, contó.
“Posteriormente, se coloca el molde de la viga y se da curso al hormigonado (4 horas). A continuación, se inicia proceso de curado que lleva otras 16 horas. Es un proceso rápido para desocupar el molde en forma acelerada. 4 horas después se desmolda la viga. Todo este proceso lleva 24 horas por viga”, remarcó el ingeniero.
“Durante 4 días se repite el proceso haciéndose, como dijimos inicialmente, 4 vigas en serie. Luego de fabricar las 4 vigas en la pista de armado, se realizan los ensayos de calidad para verificar la resistencia. Tras esa verificación y estando todo en condiciones, se sigue con el destesado para terminar el proceso”, concluyó Ávalos.